Pero pasemos a analizar en profundidad a estos 23 jugadores y las diferentes opciones tácticas que le dan a Tabárez.
En la portería, por supuesto, el amo y señor es Muslera. Pero no hay problemas con los 2 suplentes, notables porteros, que son figuras en sus equipos. Además, Martín Silva tendrá su tercer mundial, todos como suplente y con 0 minutos, pero es un portero con experiencia, no en vano, es el más veterano del plantel, con 35 años. Muslera, el titular, ha madurado mucho, y ante todo, es un portero muy seguro, algo fundamental para el puesto, que se consigue con los años. Además, es uno de los 11 jugadores que repite respecto al mundial anterior, y uno de los 7 que sumará su tercer mundial.
En defensa, tenemos 7 jugadores, alguno de ellos, muy polivalente, por lo que pueden actuar tanto de central como de lateral. La pareja Godín-Giménez es un auténtico seguro de vida, juegan juntos en su club y han alcanzado un nivel de madurez y seguridad óptimo. Como relevo de garantías para el eje de la zaga está Coates, de gran año en Lisboa. En el lateral derecho aparece el joven Varela, que claramente le ha robado el puesto a Maxi Pereira, algo que se veía venir. El Mono acude a este mundial, con 34 años y claramente en la cuesta abajo de su carrera, pero merecía estar en el plantel. No olvidemos que es el jugador con más partidos en la historia de la selección. Pero está en la lista por la misma razón que estuvo Forlán en 2014, por ser quien es. Para el lateral izquierdo está Cáceres, uno de la vieja guardia que juega su tercer mundial. Esperemos que le respeten las lesiones. Si no, está Gastón Silva, que al igual que Cáceres, también puede jugar de central. Incluso se ha probado a Laxalt como lateral izquierdo.
En el mediocampo tenemos la gran transformación de Uruguay. Solamente el Cebolla Rodríguez repite respecto al mundial anterior. El resto, todo jóvenes valores que han cambiado la filosofía de juego de este equipo. Antes un medio destructivo, ahora creativo y moderno. Vecino totalmente consolidado, pieza clave, acompañado de Bentancur, cada vez más maduro. Junto a ellos, aparece por derecha Nández y la duda es por izquierda, si usará al Cebolla o a De Arrascaeta, este último, claramente rinde mejor como enganche. Depende si Tabárez quiere un 4-4-2 cauteloso o un 4-3-1-2 ofensivo. Torreira se ha ganado un lugar después de su excelente año en Italia. Es el suplente de lujo para Vecino y Bentancur. Y el pato Sánchez para Nández por derecha. Un mediocampo con muchas alternativas. Rompe los ojos el cambio. Del Arévalo-Tata de 2014 al Vecino-Bentancur de 2018. Nada que ver. Ojalá salga bien. Porque, siendo cautos, hay 12 debutantes en el mundial en este plantel. Mucho ojo, en un mundial a veces se paga la inexperiencia.
En la delantera tenemos la envidia de casi todo el planeta. Dos bichos tremendos, Suárez-Cavani, qué decir de ellos. Y por si fuera poco, ambos tienen dos suplentes de lujo, que han tenido ambos la mejor temporada de su vida, llegan excelentes al mundial, Stuani y Maxi Gómez. Más de 100 goles entre los 4 delanteros de Uruguay. Los números hablan por sí solos. Además, tenemos el comodín, Urreta. Un jugador que se ha metido en la lista por tener características que nadie tiene. Un jugador muy veloz, específico de banda, que puede ser útil en algún partido que se le atasque a Uruguay. No olvidemos que fue balón de bronce del mundialito de clubes. Incluso, ojalá no ocurra, se podría usar a los 4 delanteros a la vez. Me explico. Suárez y Maxi Gómez como doble nueve. Cavani por izquierda y Stuani por derecha. Sería sólo para un caso extremo donde Uruguay necesite goles a lo loco. Ojalá no se llegue a eso y si los 2 delanteros suplentes tienen minutos que sea para dar descanso a los 2 cracks.
En definitva, claramente es un mejor plantel que en 2014 y 2010, más variado, más moderno, de fútbol más de toque y construcción que destructivo. Ahora sí hay jugadores para hacerle llegar la pelota limpia a los 2 de arriba.
