Zalayeta y Olivera, abrazo de gol en Malasia 97 |
Hoy he pensado que es buen momento para dedicar unas líneas a estos 2 "morenitos". Marcelo Zalayeta y Nico Olivera, ambos del 78, es decir, camino de los 36 años. Y siguen jugando...
Y sus actuaciones resultan determinantes para sus equipos, todavía hoy, nada menos que 17 años después de darse a conocer mundialmente en el recordado mundial juvenil de Malasia en 1997.
En ese torneo, Uruguay alcanzó la final, y los 2 jugadores estrella de Uruguay fueron nombrados Balón de oro y balón de plata del torneo. Sus carreras dieron el salto a Europa, como era de esperar. La Juventus adquirió a Zalayeta, el Valencia a Nico Olivera.
Zalayeta no ha variado su juego en todos estos años, donde fue cedido a inumerables equipos por la Juve, hasta que se hizo hombre, y gozó de un par de años gloriosos en el equipo titular del gigante italiano. Goles importantes ante Barça y Madrid dejaron huella. A nivel de selección, le tocaron años difíciles, dada la presión existente porque hiciera lo mismo que a nivel sub-20. Noche gloriosa fue su hattrick ante Colombia en 2005. Noche para el olvido (y su último partido con la celeste) la fatídica tanda de penales contra Australia, donde "tucu-tucu" erró un penal que nos dejó fuera de Alemania 2006.
Ahora, mucho más tranquilo (si cabe) y con enorme experiencia, mueve el ataque de su querido Peñarol. Sin correr, no le hace falta, hace diferencia en el fútbol uruguayo. Sin ir más lejos, el otro día, fue pieza clave en el histórico 5-0 en el clásico.
Nico Olivera trazó un camino europeo similar a su pareja inseparable. Al igual que Zalayeta, fue dando tumbos por varios equipos en España. En Sevilla logró hacerse ídolo. En México tampoco le fue mal. A nivel de selección, siguió compartiendo ataque con Zalayeta, en años complicados, como ya hemos dicho. Al menos, logró estar entre los 23 del mundial 2002 (aunque no jugó ni 1 minuto), cosa que Zalayeta no pudo lograr. Tuvo un cuarto de hora muy bueno como titular en la celeste, junto a Recoba y Darío Silva formaba la delantera, a principios de los 2000. Hoy, es ídolo y referente en el club que le vio nacer y donde se retirará, su Defensor Sporting. Ayer mismo, con un soberbio golazo y anotando el penal decisivo en la tanda de penales, le dio el pase a su club para los cuartos de final de la Libertadores.
Mi homenaje a estos 2 jugadores, que allá por 1997 ilusionaron a un país. Quizás no llegaron a tanto como se esperaba, quizás es esto lo que se esperaba. Sea como fuere, salú morochos !